Durán, que podría convertirse en el primer diputado invidente del Parlamento Europeo, rechazó las ofertas de PSOE y PP para hacer carrera política en su día. Candidato ahora de Libertas - Ciudadanos de España, lidera la oposición contra la actual dirección de la ONCE.
En declaraciones a Europa Press, Durán confiesa que en sus "momentos álgidos" como presidente de la ONCE, entre 1988 y 1993, rechazó una oferta del PSOE para ocupar un cargo público. Si hubiera aceptado el lugar probablemente no sería hoy candidato a las próximas elecciones europeas. Tampoco lo sería si hubiera seguido con la militancia que ejerció en Unió Democrática de Cataluña (UDC), o si hubiese escuchado los cantos de sirena que le lanzó el PP.
El ex presidente de Telecinco y de la ONCE continúa acumulando retos y responsabilidades a sus 53 años porque, según ha explicado a Europa Press, "soy como las bicicletas, que si estoy parado deben acercarse a la pared para que no se caigan ".
Durán llega a la reunión acompañado de su hijo, que le hace de lazarillo a causa de la ceguera de nacimiento que tiene, pero da muestras de una gran soltura mientras consulta su teléfono móvil, gracias a un sintetizador de voz que le lee un mensaje de texto a una velocidad vertiginosa. "Ser ciego es una solemne putada y quien diga lo contrario se engaña. Pero tampoco es un pasaporte a la infelicidad", apostilla.
Nacido en Azuaga (Badajoz) menor de cinco hermanos, casado y con dos hijos, se licenció en 1980 en Derecho por la Universidad de Barcelona. Además de sus puestos directivos en medios de comunicación, agencias publicitarias, en el Hipódromo de la Zarzuela y en asociaciones de empresarios de juegos de azar, Durán sigue hoy trabajando como abogado en el bufete junto a su sobrino en Sant Boi (Barcelona), y el geriátrico que gestiona junto a su hijo.
Su estrella pareció apagarse cuando el juez Baltasar Garzón, a quien califica con ironía de "juez estrella", lo imputó por el llamado 'caso Telecinco', unos delitos de los que lo absolvió la Audiencia Nacional en abril de 2007. En España "la presunción de inocencia es una tontería (...) todo el mundo lo toma como una tontería", dice.
"Bastante imperfecto", "relativamente joven", "variado", "multiforme", "creyente pero no practicante" y "poco prohibicionista" son algunos de los adjetivos que usa para describirse a sí mismo. En sus respuestas alterna el castellano y el catalán, un idioma que dice que aprendió a "amar" en el tardofranquismo, si bien considera que no es prioritario promover su oficialidad en Europa.
Durán lamenta los pocos fondos de los que dispondrá para su campaña con Libertas - Ciudadanos de España y, aunque dirige la oposición en el seno de la ONCE contra la dirección actual, ríe al comentar que sigue jugando al 'cuponazo' para ver si así consigue aumentar sus recursos de cara a las europeas, que cifra en 700.000 euros, "muy lejos de los grandes partidos".
El candidato, que podría convertirse en el primer diputado europeo invidente, se muestra "ilusionado" ante la posibilidad de conseguir un escaño, aunque si algo tiene claro es que una semana después del 7J se casa su hijo, "por la Iglesia", precisa. "Yo iré a la boda como fracasado o como eurodiputado", concluye.
